En nuestro mapa de sonidos de hoy os quiero hablar de un proyecto fascinante y espectacular, un invento que revolucionará el concepto energético actual: Solar Roadways.
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A través de una campaña de financiación colectiva #crowfunding se busca que las calles del mañana dejen de utilizar asfalto para utilizar en su lugar paneles que captarán la energía del Sol.
De momento van por buen camino ya que faltan sólo 18 días para terminar el periodo de recaudación en #Indiegogo y casi ha duplicado el millón de dólares que pedían para empezar a perfeccionar su tecnología.
Y es que la energía que da el Sol a nuestro planeta es tan importante que con tan solo 1 segundo de luz ya tendríamos asegurado el suministro mundial durante mucho tiempo. Este dato no pasa desapercibido a los científicos que investigan la forma de aprovechar esta gran cantidad de energía para nuestro beneficio.
Vamos ya al proyecto en sí.
Se trata de una idea de Julie y Scott Brusaw, ingenieros electrónicos norteamericanos fundadores de #SolarRoadways.
La idea base es que la tecnología actual permite cambiar el asfalto de las calles y carreteras por paneles hexagonales de vidrio templado ultrarresistente, que integren céldas solares, LEDs, sensores de presión y microcontroladores, que generen energía eléctrica y la envíen a una central para su consumo doméstico.
Y en esta idea de construir la “carretera solar” están trabajando desde su garaje en Idaho…Sí, en el garaje, ese lugar idóneo para muchos norteamericanos a la hora de lanzar ideas brillantes 😉
Vamos paso a paso. Se trata de una carretera futurista que aprovecha la radiación solar para convertirse en una especie de central de energía completamente descentralizada que daría suministro a las ciudades de EEUU y, además, serviría de asfalto para organizar la red de carreteras públicas de todo el continente.
Tan sólo colocando estos convertidores en el 1,7% del territorio nacional norteamericano sería suficiente para satisfacer la demanda energética de todo el país.
Esta increíble carretera solar estaría formada por paneles solares de 30x30cm muy parecidos a los actuales pero con 3 capas:
-una primera capa la forma un material transparente, rugoso y especialmente duro diseñado para soportar el tránsito, los accidentes y duras tormentas.
-una segunda capa está formada por paneles que absorben la luz solar y la transforman en energía eléctrica. Además, unos LED, tecnología de iluminación actual, para escribir cualquier cosa en la carretera como líneas, mensajes, poder avistar a un animal que la cruza…
-y una tercera capa de fibra óptica por donde circulan los cables de comunicación que servirían para establecer redes de datos e incluso Internet.
Las carreteras dispondrían de enchufes gratuitos para recargar los coches eléctricos del futuro más inmediato y, según estimaciones,cada kilómetro y medio de carretera solar serviría para dar energía a 500 casas…fantástico, verdad?
Esta idea de capas recoge el concepto de sándwich en el que los paneles solares quedarían entre el asfalto, la electrónica y la capa de vidrio superior. En ésta estarían situados los LEDS para la señalización de la vía y un sistema de calefacción que impediría la acumulación de hielo y de nieve.
Uno de los inconvenientes es que la implementación de estos paneles solares de vidrio en una carretera extensa es algo cara aunque su ingeniero afirma que,a medida que se vayan fabricando metros de esta via, la propia generación de energía serviría para autofinanciar todo el proyecto.
Y uno de los puntos favorables de esta carretera solar es la posibilidad de independencia del petróleo como recurso energético.
Como curiosidad añadir que en Holanda, país pionero en vías de transporte alternativas, ya han probado los 100 metros de carretera solar en una vía para bicicletas pero con la diferencia que los paneles van integrados al pavimento.
Parece algo experimental todavía y se ha de probar 100% la eficiencia de esta tecnología pero éste y otros proyectos confirman que el futuro de las carreteras solares está cada vez más cerca de nuestra realidad y, además, se escribe con S de Sostenibilidad.
Marta Palencia-Lefler.
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